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jueves, 4 de marzo de 2010

Acerca de la Jornada Continua (I). OPINA CGT


Nota del redactor de este BLOG:
Cuando en este país la educación y la instrucción eran privilegio de unos pocos y se miraba con sospecha al hijo del obrero que sabía leer, un grupo de hombres y mujeres apuntaba ya hacia una escuela nueva, hacia un concepto de la educación como acompañamiento permanente del alumnado en el proceso de aprendizaje, fomento del espíritu crítico y del conocimiento liberador. Los herederos indirectos de tales avances pedagógicos, en una u otra manera, lo somos todos. Los herederos directos son los sindicatos de "corte libertario". Uno de ellos, la CGT, nos remite un díptico relacionado con el debate de la jornada continua. Por su interés lo transcribo.
FIN nota del redactor de este BLOG


Los centros aragoneses no cuentan todavía con la autonomía suficiente para instalar la jornada continua. Desde todas las organizaciones sindicales se está luchando para conseguirla, desde CGT Huesca consideramos que es un tema para reflexionar a fondo y entendemos que dadas las condiciones con las que se esta llevando a cabo en otras comunidades, supone una mejora para el profesorado y no para el ALUMNADO.

Contagiados por la desvalorización de la labor docente y de la función de la Escuela a la que se ha llegado en la sociedad actual, una gran mayoría de docentes desengañados se “apunta” a los supuestos beneficios de la jornada continua.
Tenemos un modelo social que tiende a globalizarse. Dentro de ese modelo se suele poner el foco de atención en aquellos aspectos que defienden la tesis de cada uno (y eso es lo que está ocurriendo a día de hoy con el horario lectivo en la escuela pública).El modelo funcionario de ventanilla tiene muchos adeptos, sin embargo, el número de familias que cuentan con ese tipo de horarios resulta realmente escaso, con lo que la escuela juega un papel asistencial fundamental para la conciliación de la vida familiar.
Conviene no olvidarnos de esas niñas y niños con llaves de su casa desde bien jóvenes, que no tienen más que pantallas para recibirles en casa.

Como en el modelo de ventanilla, se tiende a identificar horario del profesor con el del alumnado, sin embargo, parece razonable que no coincidan. También parece adecuado que los horarios se adecuen a las necesidades del alumnado en su contexto y no uniformarlo. (¿El mismo horario una criatura de tres años que el alumnado de secundaria?).
Dentro del modelo citado, se tiende a tener a la juventud sobre-ocupada, llena de activismo. Las familias llevan a sus criaturas de un sitio para otro, a contra-reloj: idiomas, deportes, clases particulares... La mayor parte de las veces a cargo de instituciones privadas (hasta responsabilidades a cargo de instituciones públicas se privatizan), sin dirección , sin unidad y sin control por parte de nadie. A mayor tiempo libre, el alumnado tendrá mas actividades de este tipo, pero estas actividades no tienen carácter gratuito, ni obligatorio, con lo que puede generar nuevas situaciones de desigualdad y agravio basadas en las posibilidades económicas y de formación de las familias.
La escuela cuenta con un sistema democrático, participativo y cuidadoso con la diversidad (a mejorar) que no tienen la mayoría de instituciones y, desde luego, con el que no cuentan las actuales ofertas de ocio y formación que “complementan” la educación de nuestra gente joven. Además, aunque muy desprestigiado, el sistema escolar todavía ofrece a las familias un servicio de confianza, al menos para el cuidado de sus vástagos.

La escuela no está lejos del resto de los planteamientos sociales y se contagia de ellos. Las prisas, la precipitación, la ansiedad, el agobio,... la depresión,... se han instalado en muchas aulas, cuanto mas concentrado esté el tiempo, los problemas relacionados con él se multiplican. ¿No procede un tipo de educación más cercana a planteamientos de dimensiones humanas? ¿Reivindicamos la educación lenta?

Aunque muchos critican que los conocimientos científicos de la pedagogía y la psicología hayan llegado hasta el mundo educativo, estas ciencias nos han orientado en cómo funciona el aprendizaje. Sabemos que se necesita tiempo sin prisas para la acción educativa, que las actividades educativas precisan diseñar sus tiempos y no al revés, que cada individuo necesita su tiempo para el aprendizaje, cada aprendizaje su momento, que la utilización del tiempo forma parte de las competencias educativas, que necesitamos tiempos compartidos: con sus iguales, con otros chavales, con adultos... En cualquier caso, para una nueva educación necesitaremos tomar decisiones en la utilización del tiempo. ¿Cómo vamos a hacer un debate centrándonos exclusivamente en la jornada sin tener en cuenta el resto de variantes? En todo caso, podríamos hablar de jornada laboral del profesorado pero desligándolo de la jornada educativa. Otros debates asumibles planteamos que son: calendario, duración de los cursos, periodos escolares, descansos etc…

Algunas posibilidades a explorar:
• Escuela abierta a la participación de todos los colectivos
• Escuela como lugar de encuentro de distintos colectivos
• Escuela como participación de familias y voluntarios
• Actividades optativas y actividades obligatorias
• Distintos itinerarios para llegar al mismo sitio: lugares, tiempos, grupos, actividades... a la carta
• Elección de horarios
• Actividades regladas, voluntarias, ocio, con un mismo patrón consensuado desde la escuela (participación social)
• Educación permanente (escuela como ateneo para todas las edades)
• Escuela como centro para solucionar problemas, convivir, aprender, divertirse... mejorar el entorno, crecer de forma individual y colectiva desde la participación y el consenso.
• Profesorado al servicio de este proyecto: Turnos

Nuestra propuesta es:
Primero, separar jornada escolar de jornada laboral.
Segundo, la autonomía de centros debe de tener limitaciones a la hora de decidir sobre la jornada lectiva teniendo en cuenta todo lo anterior e impidiendo la concentración de la misma en las horas de la mañana.
Quizás hemos olvidado que somos los REPRESENTANTES DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA EN ESTE PAÍS.

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