
Nuevamente hoy la prensa local se hace eco de la oposición de las monitoras de comedor del Colegio Pirineos a cualquier proyecto de reducción horaria. Su papel, las monitoras, lo han cumplido con creces; han tenido el coraje y la decencia, como parte de la comunidad educativa que son, de asumir la ingrata tarea de colocarse bajo los focos y emitir su parecer.
El miércoles 12 serán los padres y madres quienes deberán zanjar esta cuestión; interinamente, al menos.
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