Colegio Pirineos: Las monitoras informan

Hoy, en el Colegio Pirineos, la totalidad de monitoras de tiempo libre trabajadoras del servicio de comedor, han dado un paso al frente. Se han tragado trazas del miedo al que dirán de los/las de siempre, de los temores a no quedar bien con todo el mundo y han hecho un esfuerzo de coraje y dignidad en un colectivo acostumbrado a ser ninguneado.Hoy, por fín, le pese a quien le pese, las monitoras de comedor (hoy las del colegio Pirineos; en adelante, ojalá que todas) se han lanzado al ruedo del debate y han opinado acerca de las afecciones que para el servicio de comedor tiene la posible reducción horaria que se plantea en el citado colegio.Y lo han dejado claro.

Comienza la monitora encargada de abrir la asamblea agradeciendo a los presentes su asistencia. Tras ello, entra en situación.
Somete a consideración y reflexión de los padres la importancia del espacio de comedor, un espacio donde se educa en hábitos higiénicos, alimenticios y posturales, donde los pequeños usuarios aprenden normas básicas de urbanidad, utilización correcta de cubiertos y servilletas y donde se relacionan de forma libre (oportunamente controlada) con sus iguales desarrollando habilidades sociales tales como la aceptación del diferente y la resolución de conflictos.
Termina su intervención la primera monitora enumerando los problemas que una reducción horaria ocasiona al servicio de comedor, insistiendo en en el estrés que generará en los niños por la premura a la que van a ser sometidos y por la falta de tiempo de descanso, juego y recreo antes de la sesión de la tarde.
Por todo ello , como educadores en el tiempo libre y por la importancia educativa y de apoyo a la conciliación de vida laboral y familiar que tiene este espacio, solicitan el NO a la reducción horaria.

Mira tú por dónde ...
Comienza el turno de intervenciones; cerrado, en un principio pero, dada la afluencia de padres, una veintena, pasará en breve a desarrollarse como un coloquio abierto.
Uno de los primeros en hablar pregunta por qué se ha enterado de la convocatoria de casulidad y no ha sido informado de la misma manera como conoce, por ejemplo, la fecha de una excursión. La respuesta de las monitoras es clara y valiente: Dirección no nos ha permitido entregar la convocatoria a los niños para que los padres la recibiesen.
El director, presente, esboza una justificación: trataba, según él, de evitar una guerra de comunicados entre partidarios y detractores. Parece ser que el director no conoce la diferencia entre un comunicado y una convocatoria. El supuesto comunicado, de hábilmente censurada difusión, es el cartel (en versión reducida) que figura ilustrando la entrada "Las monitoras de Pirineos", de 28 de Abril del 2010.

De tareas y obligaciones
A preguntas de los asistentes, relatan pormenorizadamente, casi minuto a minuto, las tareas que realizan dentro de su jornada. Reivindican su papel de monitoras de tiempo libre y , aunque no les corresponde, admiten realizar actividades propias de hostelería o de auxiliar de infantil. Conocemos también las ratios que deben atender (18/19 niños por monitora en infantil; sobre 25 niños por monitora en primaria) y argumentan que sí, que claro que puede hacerse en menos tiempo pero siempre con una merma de la calidad evidente. Acerca de cómo se hace en Junio o Septiembre en dos horas, responden que es porque hay un sólo turno de comidas; "y un caos mayúsculo", agrega otra monitora.

Se confirma también que no hay nada previsto en desdoblamiento de líneas de transporte, si bien hay quien confía en que una futura presión de los padres pueda influir en ello. Una monitora, que realiza tareas de transporte además, advierte del exceso de optimismo que supone creer en hipotéticas líneas de transporte escolar desdobladas.
Se tratará también de aspectos tales como la oportunidad de sacar este tema ahora cuando un reciente sondeo (dos cursos atrás) entre padres dictaminó de forma contundente que no había interés en avanzar en este asunto. Y más cuando (y esto lo piensa quien esto escribe) el verdadero debate viene con la implantación (ahora imposible en Aragón; en unos meses veremos...) de la jornada continua. Y ese debate sí que fracturará (aún más que éste) la comunidad educativa. Al tiempo ...


Tras algo más de una hora de debate, se levanta la asamblea.
Orgullosas, satisfechas, contentas por haberse hecho oír, estas mujeres abandonan el centro educativo. En unas horas estarán atendiendo a nuestros hijos, jugando con ellos, ayudándoles en mil y un aprendizajes, formando parte de sus vidas ...

Estas mujeres, profesionales, que forman parte de la comunidad escolar (aunque por una política incomprensible del gobierno sus servicios estén externalizados) no merecen que cualquier supuesto cambio educativo, de ventajas para el alumnado más que discutibles, pueda afectar la importante tarea pedagógica que asumen.