Reflexión

Ya sabemos que hay una crisis que afecta a todos; hartos estamos de escuchar en los medios de comunicación que nos tenemos que apretar el cinturón, que con el esfuerzo de todos saldremos adelante) y una larga retahíla que no voy a enumerar; bastante tenemos con padecerla.
Y yo me pregunto: ¿Qué he hecho mal y donde me he equivocado?. Creo que toda mi vida he sido responsable y cumplidora con lo que la sociedad esperaba de mí, haciendo equilibrios con mi vida personal y laboral, amoldándome a la educación y crianza de hijos, a las necesidades del hogar, a no vivir por encima de mis posibilidades y ser responsable con mis obligaciones sociales y laborales, a no defraudar a hacienda (ya que nos decían que hacienda éramos todos) y, si esto no fuera suficiente, creyéndome que tenía que realizarme como mujer, (con todo lo anterior, estaba incompleta, que ironía) y a ayudar, dentro de mis posibilidades, a la economía familiar.

Con los años, disfrutando del equilibrio personal y laboral, con la madurez que el tiempo otorga, me encuentro otra vez, en el punto de partida: en la lucha de una crisis que no he creado, pero si padezco. Pero esta vez no estoy sola, muchas mujeres sin rostro ni nombres como yo, anónimas e invisibles para mucha parte de la sociedad, con derechos adquiridos en la lucha del día a día y arrebatados de un plumazo con una reforma laboral, injusta e ineficaz, tenemos la necesidad y la obligación de salir a la calle diciendo basta ya, “TENEMOS NOMBRES, PONEDNOS CARAS”.

El tiempo me ha demostrado que la unión hace la fuerza, hoy más que nunca es necesaria, por la agresión a nuestros derechos, no solo son laborales.
Tengo derecho a disfrutar, como mis hijos forman sus propias familias, sin depender del apoyo de sus padres, tengo derecho a disfrutar de todos sus logros personales, sociales y profesionales, y sobretodo tengo derecho a una jubilación digna al esfuerzo realizado en mi vida, salir a la calle, gritar muy alto” TENGO MIS DERECHOS”, y que nadie se atreva a cuestionarme soy mujer, madre y trabajadora.
Sagrario. Monitora de tiempo libre, adscrita al servicio de comedor.