Se denomina esquirol, en sentido específico, a aquella persona que recibe una remuneración a cambio de romper una huelga; es decir, que acepta trabajar en una empresa cuyos trabajadores llevan a cabo un movimiento de huelga. También se llama esquirol al trabajador que no acata la decisión de la mayoría de empezar una huelga laboral y continúa con sus labores; también se les llama rompehuelgas.
En el caso de una huelga general, que es aquella que afecta a todo el Estado, se llama esquirol a aquel que no la secunda, ya sea por motivos políticos o económicos. No incumbe simplemente a los empleados, sino que también se le llama esquirol al empresario que abre su empresa o negocio y trabaja con normalidad, independientemente de las causas por las que no haya secundado la huelga.
"Desmontando excusas para ser un esquirol" es un texto que analiza con quirúrgica precisión el argumentario del esquirolaje. Finaliza así:
**Creo que he resumido sus principales excusas para hacer de esquirol contra sus compañeros de trabajo que sí harán huelga. Ahora el balón queda en su tejado. Su supuesta ignorancia ahora es menor y no le disculpa de actuar. Si, a pesar de todo, es usted de los que piensan que cada uno tiene que ir a lo suyo, que es mejor arrimarse al que tiene, hacer uso de su “derecho a trabajar” el día 29-S, no se sorprenda si los demás intentamos impedírselo. Su supuesto derecho a ser un esquirol es la vía por la que su patrón arrebata sus derechos a sus compañeros.**
Para acceder al texto íntegro, pulsa AQUí
martes, 21 de septiembre de 2010
De esquiroles y 29S
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